«El autocuidado no es autoindulgencia, es autoconservación».
-Audre Lorde
Convertirse en padre o madre es emocionante, abrumador, caótico, estresante y gratificante, todo al mismo tiempo. Una vez que nace el bebé, el foco de atención se desplaza de los padres al bebé rápidamente. Al principio es como un ciclo interminable de dar de comer, cambiar y mecer al bebé para mantenerlo contento, lo que te quita tiempo. A medida que crecen, se involucran en todo tipo de actividades, y eventualmente comienzan a ir a la escuela, lo que trae consigo muchas más actividades. Si avanzamos rápido, tu horario cambia constantemente y parece que siempre hay una reunión, un entrenamiento, una fiesta o una cita para jugar. Tus hijos están prosperando y disfrutando de todo, pero lo más probable es que te derrumbes en el sofá al final de cada día preguntándote dónde ha pasado el tiempo e intentando averiguar quién va a fregar los platos antes de irte a la cama.
Los días siempre estarán llenos de cosas que hacer para los niños, pero es importante recordar que hay que cuidar de uno mismo como padre. El autocuidado es fundamental. Tu bienestar mental y físico es importante no sólo para ti, sino también para tus hijos. El autocuidado puede ser diferente para cada persona. No se trata sólo de hacerse la manicura o de recibir un masaje (aunque, si eso es lo que tu mente y tu cuerpo necesitan en ese momento, entonces hazte ese masaje). Puede incluir sesiones de terapia o escribir un diario, salir de casa para pasar una tarde a solas o con amigos, retomar un nuevo (o viejo) pasatiempo, o incluso dormir una siesta cada día. Dedica tiempo a ti mismo para invertir en las cosas que te gustan y te hacen sentir completo como persona. Tanto si se trata de encontrar un momento a solas para leer un libro como de reservar un tiempo para hacer actividad física cada día, hazlo una prioridad para poder recargarte.
Como madre primeriza, recuerdo que todo el mundo me decía que me tomara un tiempo para mí misma y luego me decían que me fuera a duchar. Aunque aprecié el sentimiento, no pude evitar sentirme frustrada al pensar que algo tan básico como una ducha se convirtiera en «autocuidado» sólo porque me convertí en madre. Las necesidades humanas básicas y la higiene son importantes, pero no deben considerarse como autocuidado. También recuerdo haberme sentido mal o sentir que estaba siendo egoísta por necesitar un tiempo para mí. Sentía que la gente me juzgaría por querer estar fuera de casa. Ahora que mis hijos son mayores, no me preocupa lo que piensen los demás, y sé que soy mejor madre y compañera cuando puedo centrarme en mí misma durante unas horas.
Lo que quieras o necesites hacer para cuidarte depende de ti – lo más importante es
hacerlo realmente
. Marcar en el calendario cada semana un tiempo de autocuidado puede hacerte responsable de no saltarte lo que habías planeado.
Recordad, padres, que no podemos dar el 100% a nuestros hijos y familias si nosotros mismos no estamos al 100%. Si quieres charlar con alguien sobre cómo puedes seguir dando prioridad a ti mismo como padre, estaremos encantados de ayudarte. Envíe un correo electrónico a nuestros Navegadores de apoyo a las familias a navigation@familyfutures.net. Ya lo tienen, padres